• Jorge Hernández Fonseca
  • 15/01/2009
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CUANDO SE MUERA FIDEL - www.cubalibredigital.com

Cuando se muera Fidel, en el momento que el r?men de Ra?ecida darlo a conocer p?camente, una peque?sla del Caribe estar??cerca de eliminar medio siglo de atrocidades cometidas en nombre de la justicia social, y sus ciudadanos estar?finalmente m?cerca de dejar de vagar por el mundo cual parias apestados en busca de las oportunidades perdidas en su bello y acogedor rinc?atal y comenzar?tarde o temprano el retorno en tropel para abrazar a sus seres queridos, hoy rehenes de la pobreza, el maltrato y la ignominia. Cuando se muera Fidel, despu?de la toma de posesi?e Barack Obama, aquellos que anta?estejaron hasta el amanecer la muerte del dictador chileno Augusto Pinochet en Santiago de Chile, Ciudad M?co, Par?y Mosc?e “rasgar?las vestiduras” por las fiestas que escenificar?los exiliados cubanos en Miami, R?de Janeiro, Madrid y Caracas, argumentando que “toda muerte debe ser respetada”, aunque ni Castro ni Pinochet respetaron los miles de asesinatos de sus reg?nes sangrientos y de oprobio. Cuando se muera Fidel, y los Estados Unidos ya haya enviado recados conciliadores a los generales de Ra?los cubanos enfrentaremos la segunda etapa de nuestro trauma nacional, con una espera innecesaria para nuestra liberaci?sociada a la certeza existente en la potencia del Norte, del peligro inminente de recibir millones de inmigrantes desesperados que huyen de la continuidad de un r?men fracasado y discriminatorio, que pretender?ransmutarse en promesa de “cambios”. Cuando se muera Fidel, y los inversionistas espa?s tiemblen al ver la geopol?ca actuante por parte de los norteamericanos, sabremos verdaderamente las intenciones “democr?cas” de Zapatero con la isla, momentos en que probablemente elevar?u voz (ahora ausente) hablando de garant? para sus inversiones, estado de derecho y otras sandeces por el estilo, s?para preservar sus discriminatorias inversiones, socias hoy de una dictadura de 10 d?es por mes. Cuando se muera Fidel, y la Latinoam?ca beligerante de Hugo Ch?z, Evo Morales y Rafael Correa, junto a la izquierda moderada de Lula da Silva, Michelle Bachelet y Cristina Fern?ez de Kirchner, se junten para despedir en la isla a su admirado “dictador de otros”, una trompetilla universal retumbar?n el sainete f?re, como colof? tanta afrenta acumulada en Sudam?ca con un hombre que dedic? vida toda literalmente a acabar con su propio pa? Cuando se muera Fidel, y lo peor del mundo “intelectual” se sienta como una viuda inconsolable para siempre, no habr??viajes f?les a la isla a prostituir cubanitas j?es por un par de zapatos, un vestidito para su hijita, o el simple derecho a comer como Dios manda, porque la dignidad que no ha tenido la parte del pueblo sojuzgado que se ha prostituido, se levantar?on m?fuerza contra tanta ignominia, en una Naci?nerme en manos de un grupo de canallas. Cuando se muera Fidel, y la hipocres?corra a raudales en los sistemas informativos de la prensa radial y escrita de la dictadura, llorando cual pla?ras confusas con su futuro incierto a la muerte del capataz, quiz?ea el momento de los cansados hombres y mujeres cubanos de la isla darle un basta a tanta hipocres?acumulada en 50 a?de ignominia, opresi?discriminaci? falta de derechos, resurgiendo el esp?tu rebelde de Mart?Maceo y C?edes. Cuando se muera Fidel, y el coraz?el exilio cubano palpite por primera vez junto al coraz?e los hombres y mujeres aprisionados dentro de la isla por el verdugo que desaparece, se crear?sa fuerza m?ica que guiar?l pueblo cubano en la consecuci?e sus objetivos m?nobles asociados a la libertad, la dignidad y el honor perdido en 50 a?de oprobios. Cuando se muera Fidel, y los cubanos nos sintamos finalmente “con patria pero sin amo”, encomendaremos la Naci?ecuperada a la Santa Madre Virgen de la Caridad del Cobre, para que bendiga a todos sus hijos perdidos dentro de la isla y a aquellos desperdigados por el mundo para un abrazo definitivo y purificador, y as?ritar unidos: ¡Dictadura nunca m?