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  • 19/02/2016
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INCOMPRENSIBLES ELOGIOS DE PAPA FRANCISCO A CUBA COMUNISTA

Francisco y el patriarca ortodoxo Kirill, en documento conjunto firmado en La Habana, tratan de justificar el lugar escogido afirmando que Cuba sería “un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo”. Sinceramente, no se comprende en qué sentido una isla-cárcel comunista, con casi 60 años de siniestra existencia, podría ser considerada como símbolo de “esperanza”.

1. El papa Francisco y el patriarca ortodoxo de Moscú Kirill, en documento conjunto firmado en La Habana, tratan de justificar el lugar escogido afirmando entre otros conceptos que Cuba sería “un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo”.

2. Sinceramente, no se comprende en qué sentido una isla-cárcel comunista, con casi 60 años de siniestra existencia, podría ser considerada como símbolo de “esperanza”.

3. En efecto, se trata de una cárcel que continúa subyugada por los mismos carceleros que persiguieron a los católicos con centros de “reeducación”, con presidios y hasta con paredón de fusilamiento para librarse de jóvenes católicos, muchos de los cuales, es de justicia recordarlo, morían gritando “¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo! Es la misma cárcel que, con la anuencia de obispos sumisos a los carceleros, y con el silencio de la propia diplomacia vaticana, continúa persiguiendo a los católicos a través de torniquetes legales y constitucionales inicuos, que califican como “punible” (Constitución, art. 62) el simple hecho de oponerse verbalmente a los objetivos del comunismo en nombre de la fe. Una cárcel que actualmente combina la represión institucional con sofisticados métodos policiales de represión física y psicológica.

4. Francisco, en posterior diálogo con los periodistas, dijo que el texto firmado por ambos no es una “declaración política”. No obstante, al menos en lo que se refiere a Cuba comunista, la propia declaración se encargó de politizar ese delicado tema.

5. El pontífice, también delante de los periodistas, dijo que no quería irse sin manifestar un “sentido agradecimiento” al dictador Castro, elogiando su supuesta “disponibilidad activa”; y concluyó que “si sigue así, Cuba será la capital de la unidad”. Se trata de una conclusión particularmente incomprensible por el hecho de que la isla-cárcel en realidad ha sido y continúa siendo la capital de la desunión y la discordia en el seno de las Américas, mediante la constante difusión de gérmenes revolucionarios.

5. En lo que a Cuba comunista se refiere, tanto la declaración conjunta como las referidas declaraciones de Francisco no hacen sino aumentar y prolongar el sufrimiento de los desdichados habitantes de la isla-cárcel, que presencian de qué manera los Lobos cubanos cuentan con la benevolencia incomprensible de los Pastores. Los defensores de la libertad en el mundo entero tenemos el derecho y hasta el deber de señalar públicamente esa paradójica situación, de una manera invariablemente respetuosa, pero firme.